Del lanzamiento de Mizturiz.com y otros demonios
¡Bienvenido(a) al Blog!

“No se preocupe, blanca”, le dijo la esclava. “Usted puede prohibirme lo que quiera, y yo le cumplo”.
Y concluyó: “Lo malo es que no puede prohibirme lo que pienso”.
Gabriel García Márquez, “Del Amor y otros demonios”.
Primero que nada, gracias por estar acá. Si algo nos ha 2020 es a reconocer nuestras luces y sombras, lo que nos impulsa y lo que nos derriba, tanto en lo personal como en lo profesional. Este espacio nace como uno de esos focos que me ha inspirado a experimentar y luchar por mi visión de cooperación este año. Es el resultado de cosechar ideas en el punto de encuentro de dos de mis motores de vida: la comunicación y el desarrollo sostenible.
Según Optinmonster hay cerca de 500 millones de blogs actualmente en Internet (incluyendo aquellos inactivos). Ni tan increíble, ¿no? Pero el hecho de que tú estés acá leyendo el mío, es motivo de agradecimiento y orgullo para esta servidora.
Podrías estar disfrutando un break del activismo de tu día a día, del trabajo o las formaciones y de todo lo relacionado con sostenibilidad, responsabilidad social (RSC), ODS o empresa y derechos humanos. Pero estás acá. Sí, en vez de estar haciendo unos de esos cursos que tienes a medio completar, participando en tu videoconferencia número 423 de este año, complaciendo a tus sentidos oliendo y tocando un libro en papel, perfeccionando tu postura de cobra en yoga o simplemente entendiendo de qué va Tik Tok, estás acá. Así que ¡Gracias!
En caso de que aún no nos conozcamos, soy Mariana Iztúriz Boada, de allí viene mizturiz, el nombre de todo este proyecto. Descubre un par de cosas sobre mí pinchando en el enlace o arriba en el menú… Puede que hasta te haga sonreír.
¿Sobre qué conversamos en este blog?
Sobre ti, sobre mí, sobre nuestra responsabilidad, sobre la organización en la que trabajas y el mundo que estamos construyendo (o destruyendo – depende de qué tan lleno o vacío veas el vaso). Sobre desigualdades y voluntariado, sobre tecnicismos en sostenibilidad y estrategias de marketing responsable, sobre empresas de todos los tamaños, ONG y organismos multilaterales. Sobre todo, conversamos sobre cómo comunicamos lo que hemos hecho o queremos hacer para contribuir con el triple balance global entre lo social, lo económico y lo ambiental.
Puedo adelantarte desde ya que habrá polémica. Desde temas de forma, como nomenclatura o tecnicismos en sostenibilidad, hasta tópicos de fondo como cuáles son los límites de la responsabilidad social, cómo reportar la diligencia debida en DDHH o las inconsistencias entre el propósito de las organizaciones y las actuaciones de sus líderes.
Sin embargo, será siempre un espacio colaborativo para aportar soluciones y perspectivas distintas a los desafíos de la Agenda 2030.
¿De qué hablamos cuando hablamos de sostenibilidad?
Sostenibilidad puede tener tantas interpretaciones como especialistas existan. En términos generales solemos asociar su definición más amplia con el logro del equilibrio entre una especie y los recursos de su entorno.
El problema radica en intentar limitar su alcance o definición a la perspectiva de nuestra especialidad en particular. O peor aún, el meollo de la incomodidad está en el uso genérico y frívolo que se le ha dado al término sostenibilidad en nuestra vida cotidiana.
Productos “sostenibles”, “eco”, “circulares” o “de alto impacto social”, que no son tal cosa; prácticas de negocio etiquetadas como sostenibilidad cuando incluyen sólo un componente medioambiental o filantrópico; compromisos de cumplir con exigencias mínimas de la ley pero que se presentan bajo el paraguas de actuación sostenible y pare de contar.
Seguramente tú también te has encontrado en múltiples esferas de nuestro ámbito de acción, con empresas, académicos, profesionales, líderes, periodistas, representantes gubernamentales o conciudadanos que repiten una y otra vez el término “sostenibilidad” y quisieras poder trazar un límite invisible de uso permitido. ¿O sólo me ha pasado a mí?
En fin, yo soy de las que sigo apostando por hablar de sostenibilidad para partir de una base común de entendimiento entre quién comunica, lo que comunica y lo que sus audiencias entienden del mensaje. Sin embargo, confieso que me gusta mucho más hablar de desarrollo sostenible tal y como lo ha definido Naciones Unidas:
“El desarrollo sostenible es aquel capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para cubrir sus propias necesidades. Exige esfuerzos concentrados en construir un futuro inclusivo, sostenible y resiliente para las personas y el planeta. Para alcanzar el desarrollo sostenible, es fundamental armonizar tres elementos básicos: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente”.
Sí, el meollo está en trabajar estratégicamente, con convicción, transparencia y rigurosidad, para lograr el triple balance.
¿Pero por qué es tan variopinto el gusto por los indicadores de sostenibilidad?
Si te parece bien, cerremos con un breve ejercicio alegórico al mundo gastronómico.
En sostenibilidad los datos e indicadores de desempeño son muy importantes. Son la base del guiso (sin ellos el resultado no será lo que promete ser). Sin embargo, no lo son todo. El valor del plato está en la mezcla de ingredientes y en el cómo lo hacemos.
La narrativa o storytelling que usamos, la transparencia en la presentación de los retos y compromisos estratégicos y la construcción de una conexión emocional con nuestros grupos de interés. Esta mezcla es lo que construirá una comunicación exitosa en desarrollo sostenible.
Son los pequeños detalles de por qué no alcanzamos todos los objetivos planteados o la vulnerabilidad de cómo la pandemia transformó el método de trabajo con nuestros empleados y proveedores, lo que condimenta una producción estrella y evita que quede sosa y mimetizada con el resto en el mercado.
En temas de sostenibilidad no basta con ser expertos en lo que hacemos ni con tener buenas intenciones y una estrategia consolidada. Se necesitan datos, creatividad y un equipo comprometido en hacer que el propósito de la organización cobre protagonismo.
En este blog partimos de acá. Y así, abro las puertas al debate.
Gracias por acompañarme.
Un abrazo,
Mariana

Por: Mariana Iztúriz Boada
Periodista | Content Marketing Writer. Especializada en Sostenibilidad Empresarial, Responsabilidad Social Corporativa y Empresa y Derechos Humanos. Artífice tras bambalinas de este blog. Cuando no estoy escribiendo o creando estrategias de comunicación en sostenibilidad, probablemente me encuentres “binge-watching” webinarios, series o pelis, caminando por una montaña o un pueblito bonito, escuchando música de los 90’s o haciendo cosas que hacemos las mamás en el s. XXI.